Millones de hispanos viven en casas que no valen lo que le deben al banco, están usando tarjetas de crédito para cubrir los gastos cotidianos y están al borde de la bancarrota.

Los cinco pasos Muchos ahora dudan del sueño americano, no le ven salida a su situación y han perdido toda esperanza. Es un error pensar así. Todos podemos mejorar nuestra situación financiera siguiendo estos pasos:

1. Acepta tu realidad

Lo que ganabas antes es algo del pasado. No puedes seguir gastando con la expectativa de que ganarás eso de nuevo al corto plazo y podrás saldar tus deudas. Tampoco puedes ignorar las cartas y llamadas de las agencias de cobranza. Si ésta es tu nueva realidad, acéptala hoy y comienza a enfrentarla.

2. Piensa como un financiero

Los financieros lo ven todo en términos de gasto. No tienen ningún tipo de sentimiento para las cosas materiales.

Si la casa donde vives es muy costosa para tu nuevo nivel de ingresos, debes hacer lo que haría un financiero: lo aceptas y te mudas a algo más económico que sí cuadra con tu presupuesto. Demasiadas personas quieren hacer todo lo posible para no perder su casa cuando no es realista para ellos pagarla aunque el banco les otorgue una modificación.

3. No esperes un milagro

Uno no debe asumir que las medidas que está tomando el gobierno van a resolver su situación personal. Es posible que ayuden pero será una ayuda limitada y a corto plazo. Esto ya lo hemos visto durante otras crisis y las primeras cifras que han salido sobre las medidas tomadas en los últimos meses muestran que sólo un porcentaje bajo se ha beneficiado.

4. Toma decisiones difíciles

No existen soluciones fáciles a los problemas financieros. No puedes dejar ciertas cosas como intocables.

La venta de un auto favorito, la entrega de la casa al banco, la mudanza a un apartamento pequeño, la necesidad de que los hijos aporten con los gastos, todas estas cosas tienen que ser consideradas.

5. Trabaja en equipo

Todos los miembros de la familia tienen que ser partícipes en la resolución de la situación financiera familiar. El esposo no puede proteger de la realidad económica a la esposa, ni los padres a los hijos. Todos tienen que gastar menos y todos los que pueden trabajar deben hacerlo.

El resultado final quizás no sea lo ideal, pero sí será una solución práctica y una mejora a tu situación actual. Resolver problemas financieros toma tiempo. Tienes que pensar en años -no en semanas- para ver los frutos de tu sacrificio. Pero al lograrlo garantizas un futuro cómodo y les darás un excelente ejemplo a tus hijos.

¡No esperes! Comienza hoy.