Una vez más me es grato saludarlos esperando en nuestro Señor que la estemos pasando mejor, aunque ya sabemos como es la vida, a veces bien y a veces no tan bien. Pero, si buscamos siempre encontraremos a alguien en mejor o peor situación que nosotros, así que a echarle ganas y tratar de ser felices. Hoy les tengo una historia como esas de cuentos de hadas. Una historia que no se espera en la vida real.

Dimas, un joven cerca de los 30 años, nacido allá por Berbería Olancho, cerca de San Esteban en Honduras, y gran amigo mío, cuenta haber conocido a Mabel Medina, allí por el sexto grado de escuela. Cuenta que en ese tiempo fue amor a primera vista, pero de esos amores de niños que por supuesto casi nunca se hacen realidad. Después de haberla conocido hace unos 20 años, Mabel viajó con sus padres a Canadá, en donde a residió como por las últimas dos décadas.

La vida siguió su curso y mi buen amigo Dimas Damas viajó a Venezuela, en donde estuvo trabajando por algunos años, aunque su deseo siempre fue llegar un día a los Estados Unidos. Con el correr del tiempo el recuerdo de su dulce Mabel se iba durmiendo en su mente hasta parecer haber quedado en el olvido. ¿No le parece increíble la historia? La vida nos lleva por caminos extraños y hasta parece dirigirnos a personas que parecen ser nuestra media naranja, y a veces luchamos con mucho empeño a personas que parecen querernos mucho, pero que en realidad nos hacen sufrir y con sus hechos nos demuestran todo, pero menos eso que se llama amor.

Sin duda que hay personas que sufren engañadas por un sentimiento equívoco, y muchas veces el regresar a una vida libre ya ha marcado nuestras vidas con hijos que son terceras personas que tendrán que sufrir por nuestra decisión. Buenas cosas esperan a los que confían en Dios y tienen paciencia Esta joven pareja Dimas y Mabel parecían no tener prisa, y la verdad no sé ni me interesa saber que hubo en su camino.

De lo que sí estoy seguro es que esta historia me hará que me meta al internet más seguido, aunque no creo que haya más material para escribir otra historia como esta. La verdad amigos lectores, que según cuentan los recién casados por medio de personas afines a ellos, se volvieron a cruzar sus nombres. Alguien dijo Mabel y dijo que todavía estaba soltera, y por allí mi amigo Dimas escuchó y se dijo, pues a la carga otra vez. Luego de conseguir su número de teléfono comenzó aquella amistad y los primeros recuerdos. Con una foto antigua, como en la película Ghost of Girlfriends volvió a tener comunicación con Mabel.

Ella residía en Canadá y por medio de Facebook y correos electrónicos Mabel descubrió de nuevo que este hombre que talvez no se parece a mí ni a Brad Pitt, era el hombre con que ella le gustaría vivir sus días más felices. Esta historia se empezó a escribir hace unos meses y ya estamos comiendo pastel.

Que maravilloso! El martes que escribí esto tuve la oportunidad de acompañar a mi amigo Dimas y Mabel a la corte del condado en donde pusieron su firma para que el día viernes por allí en un lugarcito oculto sean casados por el presidente de su iglesia. Mabel de Canadá a Texas Pues para que este cuento de hadas se escribiera se necesitaba que la bella durmiente emprendiera un viaje desde Canadá.

El lunes 28 de septiembre Mabel llegó y beso a su príncipe azul, y pronto tendremos muchos muchachitos y muchachitas y adornaran el hogar de estos personajes de este cuento de hadas que se comenzó a escribir 20 años atrás. Como dije, buenas cosas esperan a los que creen en Dios. Estoy seguro de que serán una pareja muy feliz, y colorin colorado, este cuento se ha acabado.